Editorial
LA HISTORIA NO SE DETIENE
Han pasado 25 años desde que Augusto Pinochet
tomó el poder en Chile mediante un sangriento cuartelazo.
El mundo, sin embargo, no ha olvidado los crímenes cometidos
por este dictador durante su finalizado régimen.
Senador vitalicio, Pinochet ha conseguido evadir a la justicia parapetándose
tras su inmunidad parlamentaria y los militares de su país
quienes todavía manejan la política de manera disimulada,
con una fachada de gobierno civil.
Hoy, la estrella de Pinochet se apaga. Después de su detención
en Inglaterra en el que enfrentó un repudio internacional
casi unámime, Pinochet regresa a su país para enfrentar
el juicio del pueblo chileno como responsable de los crímenes
que cometió durante la dictadura que encabezó después
del derrocamiento del Presidente Salvador Allende. Ahora, en Chile,
Pinochet enfrenta la decisión del tribunal de jueces de la
Corte de Apelaciones de Santiago, de retirarle su inmunidad parlamentaria,
sin la cual quedara abierta la puerta para que sea juzgado por las
violaciiones a los derechos humanos que cometió durante los
17 años que duró su régimen militar.
Las muestras de júbilo que estallan entre los adversarios
del anciano exdictador por la decisión de la corte chilena,
se han extendido ya desde Santiago al mundo entero.
Sin embargo, debe quedar claro que no será posible aplicar
a este asesino castigo suficiente para que pague, ni siguiera en
parte, los crímenes de lesa humanidad que cometió
durante su estancia en el poder. Enhorabuena pues para el puebo
chileno, y enhorabuena también para la comunidad intenacional
que aplaude busca se cumpla la justia.
Octubre 23 1998
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